lunes, 30 de abril de 2012

Cómo es la fama

He sufrido un fin de semana muy cultural.

Y digo "sufrido" porque me ha robado muchas horas de disfrute con mis humanos. El Festival de Cortos de Redondela me robó todas las tardes, y creo que con razón, porque les gustó tanto que me han traído merchandising variado y prometieron intentar que algún año me dejen entrar. Dicen que me habría gustado mucho "El Punto Rojo", aunque no ha sido ganadora.

De todas las formas, mientras que esperaba que mis humanos volvieran a casa, he estado preparando el guión de un corto que ya os contaré mañana. Porque he pensado que si presento un corto al próximo concurso, seguro que me dejarán pasar a las proyecciones...

También ha entrado en mi vida el pintor redondelano Ángel Barros, una eminencia como artista y un ejemplo como humano, que fue restaurador en el museo del Louvre, por resaltar algo de su interesante vida.



Estoy deseando que venga a mi casa y enseñarle mi obra, que por mis propias limitaciones es mucho más modesta, y también demasiado incomprendida porque no tengo más herramientas que mis garras y mis dientes... Aunque seguro que si fuera gato saldría en el libro "Por qué pintan los gatos", en el apartado "Otras formas de expresión artística". Mi especialidad es la transformación de alfombrillas.




Y aún estoy impresionada por la noticia de que tele-redondela me quiera hacer una entrevista para que cuente la razón de este blog, y seguro que sale el tema sobre cómo soy capaz de utilizar teclados desproporcionadamente pequeños frente a mi volumen de patas, o algún que otro cotilleo sobre mi tendencia sexual, mis relaciones amorosas, o sobre cómo me dejé convencer para participar en aquel video subido de tono...

A mi entrevistador, Paulo, ya le han adelantado el reto y dice que no hay problema, que es capaz de entender perfectamente mi idioma.

Lo mejor de todo es que creo que Paulo y yo nos vamos a llevar bien,... hasta creo que nos parecemos algo físicamente...




viernes, 27 de abril de 2012

Cómo son las bienvenidas

Mi hermanastro gato Ovni tiene tan ensayadas las bienvenidas que regala a nuestros humanos, que le llaman "Ovnietorri". En cuanto escucha abrir la puerta de casa, se coloca boca arriba y se revuelca con movimientos perfectamente estructurados. Acompaña la coreografía con unas parrafadas tan bien entonadas que ya le hubiese gustado a ese rey que era tartamudo...

Durruti, un perro que vivió con mis humanos antes que yo, movía el rabo a tanta velocidad, con tanta fuerza y entusiasmo que peligraba todo lo que le pillaba cerca.

Yo tengo una técnica que me va bastante bien porque resulta muy enternecedora: les oigo llegar y busco rápidamente uno de mis juguetes, lo meto en la boca y se lo ofrezco. Da igual qué juguete sea, aunque es preferible si hace ruido al morderlo porque se puede animar la fiesta de bienvenida con un poco de música. Mi instrumento preferido es la cerdita rosa.


Esa excelente puesta en escena que tantos halagos recibe, la estropeo enseguida con mi obsesión por dar besos en las caras humanas. Igual que hacen ellos cuando se saludan. Y salto y salto, cada vez más alto, hasta que planto mi hocico en su cara. En la mejilla, en la boca, en los ojos... , no tengo reparos.

Pero el perro que más espectáculo montaba cuando veía llegar a mis humanos era Rocco, que ni siquiera vivía con ellos pero le habían cuidado de pequeñín, cuando aún estaba débil por una grave enfermedad que había pillado en la propia tienda de piensos y gallinas donde lo vendían. Rocco les cogió un cariño especial.

Cuando creció y mis humanos llegaban a visitarle a su casa, corría a la puerta, se colocaba panza arriba y soltaba tal chorro de pis, de tanta altura, que podrían haber hecho con él una rotonda. Siempre hacía lo mismo.

Como era imposible convencer a Rocco de que su expresividad era excesiva, a sus humanos nos les quedaba más remedio que contemplar el espectáculo sosteniendo una fregona...

Rocco era una crack.



jueves, 26 de abril de 2012

Cómo son las no mascotas (VII) (Aguilas)

Desde que me he enterado del caso de un águila secuestradora de perritas, no puedo dormir.

Dicen que atacó a una pareja de perras que paseaban con su humana; agarró por la cabeza a una de ellas, muy parecida a Pancho el de la lotería, y la intentó arrastrar hacia una cantera. Se salvó por el valor de su humana, aunque el águila intentó el secuestro más de 20 veces!

Si entre las águilas empieza la moda de secuestrar perritas, enseguida me va a tocar a mí, ya sabes, al tener tanta hermosura...


Y es que al lado de mi casa vive una pareja de águilas desde hace muchos años, no sé si ratoneras, culebreras o perreras, pero dice una vecina que el año después de unos incendios, cuando andaban escasas de comida, intentaron secuestrar una gallina y la tuvieron que soltar por pesar demasiado.

A veces, cuando llega la época de apareamiento cambian su lugar de anide, sin alejarse de la zona, pero se dicen a gritos cuál es el sitio que más les gusta. Gritan tanto que parece que están discutiendo y yo me meto dentro de casa, por si acaso.

Y ahora resulta que hay águilas que secuestran perritas... Tendré que acicalarme menos...

Mi amiga Sona, que también está asustada, dice que el ataque de las águilas es una consecuencia derivada de la crisis...

Yo espero que no sea una nueva desviación sexual porque... ¿qué puede salir de la mezcla de nuestras especies?




miércoles, 25 de abril de 2012

Cómo son las no mascotas (VI) (Cerdos Vietnamitas)

Los cerdos vietnamitas no son amarillos, no van en moto, ni nos comen guisados. Son una especie de cerdo pequeño que voy a incluir en este apartado de "no mascotas" porque en el monte de al lado de mi casa viven de forma no doméstica, buscándose la vida. Pero, entre tú y yo, creo que sí que son mascotas.

Dicen que los cerdos vietnamitas son inteligentes, juguetones, cariñosos, limpios y fáciles de educar; les encanta jugar, sobre todo con una pelota, y salir a pasear. Son tan listos que saben abrir despensas y frigoríficos, porque comen de todo, aunque con tendencia a engordar (como le pasa a mi novio Baco, que siempre está a régimen, el pobre). Tienen buen olfato y lo mismo te distinguen una trufa, que un kilo de amonal u otro de metanfetamina. No crecen más que un perro mediano y huelen menos que nosotros.

(Me acabo de dar cuenta de que debería haber hablado de ellos en el apartado sobre cómo es nuestra competencia, porque vienen pisando fuerte...)

Max, el cerdito vietnamita de George Clooney, murió con 18 años y llegó a pesar 140 kilos (yo a eso le llamaría más que "tendencia a engordar"), le acompañaba a los rodajes y dormía con él en la cama.


 (Empiezo a envidiar a los cerditos vietnamitas...)

El problema de que los cerdos vietnamitas puedan reemplazarnos, es que tienen muchas papeletas para que un día, por alguna razón ajena a ellos mismos, les pase como a nosotros y les den de lo mismo. Eso, que les den papeleta.

Viven despreocupadamente con su familia, bien alimentados, con muestras de afecto, luciéndolo entre las amistades y... de repente... les dan puerta; como me pasó a , a Baco, a Chichi, a Pistoli, a Durruti, a Cruzadito, a Negu, a Jacky, a Sandra, a Greta y a Lola... todos conocidos míos.

Un día le llevan al monte, y él tan contento, dispuesto a buscar trufas, explosivos o drogas, lo que se tercie; se da la vuelta y sus humanos ya no están. Así de fácil. Como le pasó a la cerdita vietnamita Fea.

Que si está engordando mucho, que si come un montón, que si ha vuelto a abrir el frigorífico, que si ha hecho agujeros en el cesped, que si persigue a las gallinas y luego no ponen...

Ahora resulta que los montes de mi zona se están llenando de cerdos vietnamitas abandonados, y salen diciendo que es un peligro si se emparejan con los jabalíes. Creo yo que será mucho más peligroso emparejarse con una persona que te compra por capricho y te despide por vagancia acompañada de inhumanidad.




martes, 24 de abril de 2012

Cómo son las no mascotas (V) (Jabalíes)

En Galicia puedes encontrar muchos jabalíes; viven en el monte, intentando adaptarse al espacio que les queda sin colonizar y procurando no encontrarse con ningún humano, aunque tengan que sobrevivir muy cerca de núcleos habitados.

Yo no me he encontrado con ninguno aunque me han dicho que se parecen a los cerdos y que también producen buenos chorizos... Lo que sí que he visto son sus huellas muchas veces, cerca de mi casa.

Me han contado que están hartos de que las leyes humanas cada vez les perjudiquen más, restringiendo su espacio vital a favor del de los humanos. Dicen que, hartos de tanta presión, han decidido defenderse.

Después de muchas deliberaciones sobre cuál sería el mejor sistema para proteger su derecho a tener un espacio tranquilo sin compartir con humanos, y tras comprobar que las medidas adoptadas anteriormente como convocarse para darse un festín en campos de patatas, por ejemplo, no habían contribuido a mejorar su posición de asediado, sino todo lo contrario, se han decidido por actuaciones mucho más drásticas.

Han elegido... : ¡¡la fórmula de los kamikaces¡¡

Llegaron a la conclusión de que, dado que no pueden defenderse de las leyes humanas por carecer de expertos en abogacía, no les quedaba más opción que adoptar esa constumbre japonesa que probablemente descubrieron en algún comic manga.

Así que los más valientes se preparan para cumplir su cometido. Estudian las constumbres y las agendas de los políticos, esos que aprueban leyes sobre el suelo que solo benefician a humanos y a mercados; aprenden a distinguir colores y marcas de coches, y se entrenan en el arte de controlar el miedo.

El día apropiado, a la hora conveniente, uno de los jabalíes-kamikaces se coloca al lado de la carretera pertinente y, en cuanto ve que se acerca un coche del color y marca del político de turno, concentra valor y se lanza contra él, con la intención de detenerlo para siempre, mientras que piensa "Por mí y por todos mis compañeros".

Creo que hasta ahora no han tenido mucha suerte; ya lo han intentado con el presidente de la Xunta de Galicia y con el conselleiro de Medio Ambiente, sin resultados satisfactorios.

Pero estoy segura de que algún día lo conseguirán. No hay que olvidar que el cachorro de jabalí, el jabato, es la mascota del Mirandés, mi equipo de futbol preferido, y hay que reconocer que son valientes y luchadores...



lunes, 23 de abril de 2012

Cómo es el inconsciente aprendido

Ya os he contado que a primera vista te das cuenta de que mi amiga Lola es una hembra Beta, tirando a Betadine. En su casa o en la mía, en la ciudad o en el coche, no quiere separarse de su humano, como si tuviera un imán en su pierna; pero cuando llega al monte...

En el monte Lola se transforma, se concentra, se crece, suelta destellos de autoestima; porque allí sabe exactamente lo que tiene que hacer, la misión; su inconsciente recuerda para qué fue entrenada y retrocede a los tiempos en los que su bienestar dependía de su habilidad para encontrar conejos.

Y huele, corre, busca, se separa, se pone hiperactiva. Pasa de mi pelota, pasa de mi frisbi, pasa de mí...



También sabe de pastoreo, y cuando ve ovejas enseguida se pone guardiana. Es una perrita polivalente, vale un montón.

Pero del entusiasmo no salen los conejos, solo salen de vivares, y probablemente a Lola le pasó como a Pistoli: no superó la prueba del nuevo periodo de caza, no respondió a la esperanza puesta en ella, y le dieron puerta: quedó abandonada en el monte.

A pesar del trauma que supuso aquel abandono, Lola (al igual que Pistoli y que yo misma) ha tenido mucha suerte y fue adoptada por un humano que cuanto menos conejos encuentra, más la quiere.

Lola pone un entusiasmo tan grande en la búsqueda de madrigueras que yo, a veces, miro perpleja cómo disfruta. Y cuando veo cómo se obsesionada con el olor a conejo, noto que dentro de mí está naciendo un "sentimiento". Algo especial. Hacemos tan buena pareja...



Lola, la próxima vez que vengas a mi casa, te voy a regalar mi hueso de cebra con sonido, ese que tanto te gusta,... y voy a dejarte una nota dentro...



viernes, 20 de abril de 2012

Cómo son las no mascotas (IV) (Gallinas)

Otros animales que no son mascotas, pero que viven como si lo fueran, son las gallinas.

A mí me encanta perseguirlas, no lo puedo remediar; me gusta ver cómo corren moviendo las alas ostentosamente mientras que cacarean escandalosamente. La cosa me pone, a pesar de la reprimenda humana que siempre viene después.... Pero cuando la gallina perseguida para de correr, yo ya no sé bien qué hay que hacer y cambio de objetivo, buscando otra que sea más activa.

A los gallos, esos que llevan cresta, tienen plumas de colores y andan como si ser el centro del gallinero equivaliera a ser el centro del universo, es mejor no perseguir, ni mirarles, hacer como que no están, esquivar su contacto. Los gallos no se andan con tonterías...

Las gallinas tienen la clave para ser de plantilla fija: digieren todo lo que se les da y lo transforman en ricos huevos que se pueden comer de muy diversas maneras. ¡Ummm! Y si ponen muchos huevos, mejor son tratadas (excepto en el caso de la gallina Tureleca, -o Turuleta, o Caponata-, que la mataban de hambre y tenía las patas de alambre a pesar de ser buena ponedora).

Que una gallina sea apreciada como buena ponedora le da muchos boletos para tener un contrato fijo, para permanecer en plantilla, pero eso no impide que sea despedida fulminantemente y sin contemplaciones cuando su rentabilidad decaiga debido a la edad, algún accidente o enfermedad.

Nunca pensé que las gallinas y los humanos llegaran a  parecerse tanto...

jueves, 19 de abril de 2012

Cómo son las no mascotas (III) (Conejos)

Hay que tener mucho ciudado con lo del karma, porque reencarnarte en un conejo no es una buena opción. Da igual que seas un conejo doméstico o salvaje, el futuro pinta negro. Sí que dicen que hay algunos que son tratados muy bien, como el famoso conejo de la Loles, al que creo que alimentaban con los tronchos gordos de las coles... pero yo no conozco ningún caso, a mi barrio no ha llegado esa moda...

Alrededor de mi casa solo hay dos tipos de conejos: domésticos y salvajes. Pocas veces he tenido trato con los domésticos porque los humanos no me dejan acercarme a su zona, no sé por qué, pero los he olido muchas veces...

Los conejos domésticos son personal temporal: en cuanto llegan a una edad desaparecen y son sustituídos por una nueva camada. Solo sobreviven más tiempo los que se dedican básicamente a la procreación.

Con conejos salvajes me encuentro más a menudo cuando salgo a pasear. Su mayor problema es que de salvajes poco tienen, son demasiado confiados y hasta se dejan fotografiar, acostumbrados al contacto humano. También han sido criados en cautividad en recintos cerrados que llaman "vivares", con la diferencia de que a los "salvajes" les sueltan por el monte en temporada previa a la de la caza con la finalidad de que algún mediocre aumente su autoestima metiéndoles un tiro.

Dicen que a los osos en Rusia y a los elefantes en Botswana les pasa algo parecido...

Construyendo vivares para criar conejos
Lo peor, lo más grave, es que la época de repoblación con conejos, previa a la temporada de caza, coincide con la aparición de veneno esparcido por todo el monte. Y hay que tener mucho cuidado, reflexionar antes de zamparte el apetitoso trozo de chorizo que se encuentra abandonado, porque cae hasta el apuntador...

Pero ese tema se merece un capítulo entero...

miércoles, 18 de abril de 2012

Cómo son las no mascotas (II) (Linda)

Además de los últimos hijos de Bin Laden, este pasado día de San Valentín también nació un potrillo en el barrio. Le pusieron de nombre Valentín.

Valentín nació bastante débil porque hubo problemas en el parto, pero se ha ido recuperando y ahora está hecho un guaperillas. Es hijo de Linda y de Roll.

Linda ya vivía al lado de casa cuando yo aparecí por allí abandonada buscando un hogar. Es más, podría haber sido mi hermanastra mayor si no me hubiera asustado tanto su imponente figura. El humano de Linda me quiso adoptar y me metió en el establo de esa yegua, pero yo no aguanté ni una noche junto a ella, y me escapé. Hay que reconocer que es muy bonita, siempre interesada en lo que pasa a su alrededor, y parece cariñosa... hasta que te das la vuelta y te arrea un buen mordisco; tiene instinto básico perruno... También se lo hace a los humanos, lo que muchas veces le supone un problema.

Linda se lleva muy bien con mi novio Baco y, siempre que se ven, se largan unos besos en la boca de preocupar...

Un día a Linda le trajeron un compañero, Roll. Guapo como ella pero más torpón, que se puso a dar alocadamente patadas traseras a una verja, la rompió, se enganchó la pata y se pegó tal tajo que creían que se la tenían que cortar. Con el cariño de Linda y muchos cuidados veterinarios tiró para delante y ya ni cojea.

Con Roll recuperado de su lesión, daba gusto verles disfrutar los dos juntos, persiguiéndose y relinchándose, hasta que un día les llevaron un poco más lejos y dejé de verles. Al poco tiempo volvieron cerca de mi casa, con Valentín detrás, dando guerra.

De él no me importaría ser hermanastra...



martes, 17 de abril de 2012

Cómo son las no mascotas (I) (Bin Laden)

En mi barrio, alrededor de mi casa, hay muchos animales que no son perros o gatos, ni son considerados mascotas. Los hay domésticados y salvajes.

Entre los, en teoría, domésticados cabe resaltar al carnero Bin Laden, malo como él solo, con unos cuernos impresionantes que dan pavor y la mirada fría de un demonio; es un tipo que impone. Menos mal que está en un recinto cerrado...

A Bin Laden le permiten ser tan malo porque posee una apreciada cualidad: es capaz de engendrar dos criaturas a la vez en el primer envite. Ahora mismo tiene dos novias formales con cuatro corderitos que nacieron el día de San Valentín.

Bin Laden, a pesar de su mal carácter, debe de ser muy romántico...

Las novias de Bil Laden sí que habían conocido varón previamente, pero pocas veces había llegado a buen fin el proceso procreador. Por eso Bil Laden es tan especial...

Su fama de semental ha corrido como la pólvora y recibe frecuentes visitas de hembras de su especie dispuestas a probar sus perjúmenes, ...aunque a veces tengan que aguantar sus aires de machote.

Al lado de mi casa hay un puticlub con un gigoló de éxito...


lunes, 16 de abril de 2012

Cómo es una perripandi

Aunque yo paso mucho tiempo con mi novio Baco y su amante Chichi, ellos son mis vecinos, no viven conmigo. Yo tengo que convivir (por denominarlo de alguna manera) con mi hermanastro gato Ovni, que no me acepta y con el que no puedo tener confidencias.

Así que cuando me enteré de la existencia de las perripandis, creí morirme de envidia...

Para ser una verdadera perripandi es necesario que convivan en las misma casa más de dos miembros perrunos. Pero para ser una perripandi perfecta no deberían pasar de cinco. A partir de ese número empiezan las complicaciones, los subgrupos y los enfrentamientos. Y si en la perripandi predomina el sexo femenino, mucho mejor...

Así que cuando empecé a escuchar las historias de una perripandi de 5 miembros, la mayoría hembras, enseguida quise rellenar un cuestionario de solicitud de admisión.

Escuche que se llevan muy bien, comen y beben en el mismo cuenco y, que si se lo proponen, se atreven a todo.

Cuentan que fueron capaces de vaciar una piscina muchísimo más rápido que lo que se tarda en llenarla. Y que, si se encuentran solas dentro de casa, organizan tales fiestas que ya quisiera Paquirrín...

Comen embutido ibérico...
Comen sobre el sofá...
Comen mandos a distancia...
Comen despertadores...
Juegan a lucha de almohadas con las bolsas donde los humanos guardan los más atrayentes desechos, repartiéndolos por toda la casa...
Qué fiestones!

Lo dicho, me muero de envidia.
¿Alguien sabe dónde se echa el Currículum?

Blado, Sara, Lola, Greta y Curro, una buena perripandi

domingo, 15 de abril de 2012

Cómo disfrutar de unas vacaciones (V) (Urueña)

Y saliendo con 26 grados de la Costa Blanca, a 400 km estaba nevando. Muy mal tiene que andar lo del cambio climático para que pasen esas cosas... Pero, ¡cuánto me gustó la nieve! Creo que voy a aprender a esquiar...


Y llegamos a Urueña, pueblecito medieval amurallado que tiene la singularidad de ser la Villa del Libro, donde encuentras un montón de librerías y una juguetería especializada en juguetes antiguos. Puedes pasear por encima de su muralla. También tiene una bonita Ermita del románico catalán.




























Pero dejémonos de eruditeces porque, si soy sincera, lo que más me impresionó de ese pueblo no fue la muralla, ni la distribución y conservación medieval de sus casas, tampoco su ermita, sus librerías o su juguetería.

Lo que más me impactó fue comprobar que era el Sodoma y Gomorra canino...

 Ver aquella pareja de perritos urueñenses manteniendo muy dignamente relaciones sexuales en el centro del pueblo mientras que eran fotografiados por un montón de turistas, no tiene precio. Lo peor es que parecían madre e hijo.


Aún tengo pesadillas cuando cierro los ojos!


viernes, 13 de abril de 2012

Cómo disfrutar de unas vacaciones (IV) (La Costa Blanca)

Elche me gustó. Me echaron piropos por la calle, pude disfrutar de un paseo por un palmeral, me dejaron acceder al Centro de Acogida de Visitantes y también a L'Alcudia, yacimiento arqueológico donde encontraron a la Dama de Elche.


Lo de pasear por el palmeral me hizo mucha ilusión porque me sirvió para quitarme el mal regusto que me había dejado el otro palmeral, el de Alicante ciudad, donde tenemos prohibida la entrada.
¿Pero para qué sirve un parque público si no lo puedes disfrutar paseando con tu fiel compañero? ¿Cuántos alicantinos no lo pueden visitar? ¿Cuántos turistas se quedan en la puerta?

En el Centro de Acogida de Visitantes de Elche ví un documental sobre la historia de la ciudad. Vaya pantallón! Mucho más grande que la tele de casa! Y es que a mí me gusta ver la televisión. Al principio no entendía de qué iba el asunto y siempre acababa mirando por detrás para descubrir el espacio paralelo donde desaparecían las imágenes. Ahora he perdido un poco el interés, pero las películas de perros sí que me llaman la atención, me las trago desde el primer ladrido hasta el final, moviendo las cejas expresivamente. Sobre todo me gustó Snow Buddies, vaya dramón!.

Una chica muy guapa en el yacimiento donde encontraron a la Dama de Elche me dejó pasar a la zona de excavaciones, pero la Dama Ilicitana me parecíó un animal cornudo, peligroso, y no me quería acercar.




En Alicante ciudad la cosa fue muy distinta; no me dejaron pasar a los exteriores del Castillo y pretendían que me quedara en el coche en un parking sin sombra. Ya  no pido guarderías perrunas como en Francia pero, por favor, un poquito de sensibilización...

Cuando empecé a ver tantos avisos de PERROS NO pensé que había tenido que haber una superoferta de carteles, una promoción de "paga uno y llévate 10", porque aquello no era normal. Creo que se les fue la mano con la cartelería para un concurso de belleza gatuna y decidieron liquidar los stocks...

El idílico camino entre dunas que comunica la Playa de El Pinet con la de La Marina, estaba llena de perros paseando con sus humanos. Todos civilizadamente y saludándose al verse todos los días. Pues el único local con bebidas de la zona, con una amplia terraza exterior sobre la playa, estaba empapelado de papeles restrictivos.

Y también estaba vacío.



Yo no soy economista, ni tampoco muy lista (aunque mi amigo Trajano crea que sí), solo soy una hermosa perrita, pero creo que el dueño de ese local debería recapacitar sobre la cantidad de dinero que pierde al día debido a su extraña obsesión segregatoria. Cuántos humanos de esos que pasean todos los días a sus perros por delante de su terraza pararían a consumir algo.

También tengo que decir sobre este viaje que los parques donde se juntaban los perros, donde por ejemplo conocí a Sito (que quedó embriagado de mi olorcito), estaban rebosantes de boñigas perrunas. Al no haber mucha hierba que los ocultara, las montañas de caca se distinguían llamativamente, avergonzando al más escatológico de mi especie.



En mi humilde opinión de hermosa perrita, me parece que si nuestros humanos recogieran nuestros excrementos más a menudo, nosotros, perros y perras, tendríamos menos problemas para acceder a los espacios públicos.

Aunque tampocono estaría mal que se subvencionaran las bolsas de recogida de caca... porque... ¡Cuánto cagamos!

jueves, 12 de abril de 2012

Cómo disfrutar de unas vacaciones (III) (Cartagenera)

No me gustan los parkings subterráneos, y menos los nuevos con ese estridente ruido que hacen las ruedas al maniobrar. Muy mal tiene que estar el mundo de los humanos para tener que esconder sus cosas bajo tierra...

Aquel parking del centro de Cartagena estaba nuevecito y hacía tal ruido que parecía la casa del terror: ya me metió el miedo en el cuerpo... Paralelamente tengo que confesar que me gusta tener un poco de intimidad cuando hago mis necesidades, por lo que con correa no soy capaz de desahogarme. Así que, estaba yo meando en aquel parquecito al lado del parking, todavía un poco asustada, cuando aquel chaval con patinete se dejó caer de las alturas acompañado de un estruendo terrorífico.

¡¡¡¡Salí corriendo¡¡¡

Salí corriendo y me encontré en una avenida llena de coches circulando en los dos sentidos, que me recorrí por su medianera, a toda velocidad, con cara de pavor, sin mirar atrás, solo pensando en salvar la vida...

Mi humana salió inmediatamente corriendo detrás de mí, con un sandwich en la mano a medio comer. Creo que también se había asustado con el patinete... Me llamó, gritó mi nombre una y otra vez, pero la adrenalina me habia dejado sorda, y al poco tiempo me perdió de vista. Es que corro un montón!

Preguntó por mí al policía naval que estaba controlando el acceso al Arsenal de Cartagena: soy tan rápida que ni me había visto pasar. Preguntó a una pareja de motoristas aparcados en una esquina: se habían fijado en mí y pensaron que yo era el perro del policía naval.
¿Pero es que tengo pinta de perra-policía?
¿Pero es que existen los perros-policía-navales?

En mi humana, haciendo los 500 metros lisos por una medianera con un sandwich a medio comer en la mano, sí que se había fijado mucha gente...

Me paré al llegar a unos jardines con palmeras sin tráfico, me tranquilicé un poco y, de repente, escuché mi nombre, ¡¡Sura!! (el nombre de obedecer); miré hacia atrás y ví llegar a mi humana; llevaba la misma cara de angustia que se le puso cuando una vez se empeñó en correr un medio-maratón sin entrenar previamente...

Me llevó otra vez para el parking subterráneo; parecía estar bastante enfadada...

Probablemente le había sentado mal que yo ganara la carrera...


miércoles, 11 de abril de 2012

Cómo disfrutar de unas vacaciones (II) (Bosques y ciudades encantadas)

Yo estaba la mar de contenta con mi amiga Tai, cuando me llevaron a Cuenca. Ya me han dicho bastantes veces la expresión “te voy a poner mirando pa Cuenca!” para saber de qué va el asunto, por lo que no me pareció un sitio apropiado para ir en familia…

Aunque Cuenca en su conjunto es una ciudad bonita, las casas colgantes me dieron vértigo y dos mastines me ladraron desde la terraza de un bar en la Plaza Mayor, impidiéndome catar el pincho que ponían gratis…

Pero, al ver la Ciudad Encantada, quedé anonadada, maravillada, impresionada, volada…


A la hora humana de comer, después de que haya caído un buen chaparrón, con el solcillo del arcoiris, es el mejor momento para pasearla. No hay nadie.

Y te sumerges fácilmente en la película de Conan el Bárbaro (rodaron allí algunas escenas); te imaginas con una espada y ligera de ropa corriendo con una megacachas entre setas gigantescas, enormes barcos y grandes osos luchando...


Yo ya había estado anteriormente en un par de bosques encantados, y lo más curioso es que  ahora estoy segura de que las ciudades encantadas y los bosques encantados están relacionados.

He encontrado las puertas que los unen:
Ciudad Encantada de Cuenca
Bosque Encantado de Fornelos de Montes








Ciudad Encantada de Cuenca
Bosque encantado de Aldán












































 














Se creerá esa Narnia muy lista…
Avisad a Iker Jiménez!

martes, 10 de abril de 2012

Cómo disfrutar de unas vacaciones (I) (Tai)

Tai vive desde hace 8 años cerca de Madrid. A veces la llaman Tai o Thais, y otras Tani, Tanis o Tati, pero a ella le da igual, lo único que le preocupa es comer y su humano.

Aunque cuando está sin depilar parece un jabalí, en cuanto recibe la visita de la maquinilla se nota que Tai nació de alta cuna y de alta cama. Seleccionaron su genética, pagaron por ella, la disfrutaron un tiempo… y la devolvieron a la tienda porque daba alergia al niño.

De allí un día fue rescatada por su actual humano y pasó a vivir con el guaperas de Troll una temporada, un bóxer blanco muy bonachón del que adoptó algunas maneras no muy femeninas como levantar la pata para mear o perrear a quien se descuide. Ahora que él no está, Tai es la indiscutible señora de la casa.

Ya por el camino hacia Madrid iba preocupada por mi convivencia con ella; me habían comentado que era muy suya y pronto lo descubrí.

No sé quién habrá dicho a Tai que para pedir jugar hay que dar toques con el morro como un tiburón, soltando gruñidos. Yo no la entendía. Ni tampoco sé por qué no me dejaba estar cerca de su humano, si yo ya tengo el mío y no soy nada homofílica….

Aún sin entendernos del todo conviví dos días con ella; dos días intensos en los que me choque contra la red de una portería de futbol y me obsesioné con cazar pelotas de ping-pong al vuelo. A pesar de los continuos toques de atención de Tai, yo ya había asumido que aquella casa con terreno era también mía y tenía la obligación de protegerla. 


Vivíamos en dos apartamentos contiguos con terraza. A Tai le gustaba tumbarse en mi cama y destrozar el mango de mi lanzador de pelotas. También se comía mi parte de comida y se regodeaba masticando mi pelota justo a mi lado mientras que continuaba con el intento de inmovilizarme a base de gruñidos.

Tai me seguía incordiando y, de repente, tuve una experiencia religiosa…

Me enfrenté, por primera vez en mi vida, y le dije, basta Tai!, estás agotando mi paciencia! guturalmente, mientras que le enseñaba mi hermosa dentadura y la sujetaba con mis lindas patitas… 

En ese instante subí un escalafón en la jerarquía perruna, incluso me sentí hembra media-alfa por un momento (aunque ya os contaré como a los dos días, en Cartagena, perdí rápido esa sensación). Y Tai comprendió que no soy tan de pueblo como parezco…

Estoy segura de que ahora Tai me está echando de menos…

Igual que yo a ella…