miércoles, 25 de abril de 2012

Cómo son las no mascotas (VI) (Cerdos Vietnamitas)

Los cerdos vietnamitas no son amarillos, no van en moto, ni nos comen guisados. Son una especie de cerdo pequeño que voy a incluir en este apartado de "no mascotas" porque en el monte de al lado de mi casa viven de forma no doméstica, buscándose la vida. Pero, entre tú y yo, creo que sí que son mascotas.

Dicen que los cerdos vietnamitas son inteligentes, juguetones, cariñosos, limpios y fáciles de educar; les encanta jugar, sobre todo con una pelota, y salir a pasear. Son tan listos que saben abrir despensas y frigoríficos, porque comen de todo, aunque con tendencia a engordar (como le pasa a mi novio Baco, que siempre está a régimen, el pobre). Tienen buen olfato y lo mismo te distinguen una trufa, que un kilo de amonal u otro de metanfetamina. No crecen más que un perro mediano y huelen menos que nosotros.

(Me acabo de dar cuenta de que debería haber hablado de ellos en el apartado sobre cómo es nuestra competencia, porque vienen pisando fuerte...)

Max, el cerdito vietnamita de George Clooney, murió con 18 años y llegó a pesar 140 kilos (yo a eso le llamaría más que "tendencia a engordar"), le acompañaba a los rodajes y dormía con él en la cama.


 (Empiezo a envidiar a los cerditos vietnamitas...)

El problema de que los cerdos vietnamitas puedan reemplazarnos, es que tienen muchas papeletas para que un día, por alguna razón ajena a ellos mismos, les pase como a nosotros y les den de lo mismo. Eso, que les den papeleta.

Viven despreocupadamente con su familia, bien alimentados, con muestras de afecto, luciéndolo entre las amistades y... de repente... les dan puerta; como me pasó a , a Baco, a Chichi, a Pistoli, a Durruti, a Cruzadito, a Negu, a Jacky, a Sandra, a Greta y a Lola... todos conocidos míos.

Un día le llevan al monte, y él tan contento, dispuesto a buscar trufas, explosivos o drogas, lo que se tercie; se da la vuelta y sus humanos ya no están. Así de fácil. Como le pasó a la cerdita vietnamita Fea.

Que si está engordando mucho, que si come un montón, que si ha vuelto a abrir el frigorífico, que si ha hecho agujeros en el cesped, que si persigue a las gallinas y luego no ponen...

Ahora resulta que los montes de mi zona se están llenando de cerdos vietnamitas abandonados, y salen diciendo que es un peligro si se emparejan con los jabalíes. Creo yo que será mucho más peligroso emparejarse con una persona que te compra por capricho y te despide por vagancia acompañada de inhumanidad.




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