jueves, 31 de mayo de 2012

Cómo es ser del Tercer Mundo

Reconozco que nunca he estado en ningún país de esos que llaman del Tercer Mundo, y tengo la impresión de que nunca me van a llevar.

Pero me estoy dando cuenta de que con la vorágine de medidas y recortes que nos está cayendo, y la multitud de señores que se quitan el traje a medida y por debajo van vestidos de caco, no va a hacer falta viajar para saber cómo es el Tercer Mundo.

Es cierto que creerte del Primer Mundo y bajar hasta el Tercero es como descender a Tercera División en el fútbol; un palo muy grande del que cuesta sobreponerse y luchar para volver a ascender.

Ahora las cosas están mal, pero es que pintan mucho peor... Estamos subidos a un tobogán directo hacia la miseria, y cada vez más engrasado...

Pero hay que intentar no dramatizar y procurar encontrar lo positivo del asunto:

Probablemente seremos uno de los países más ricos del Tercer Mundo, que es como ir de primero en la liga aunque sea de Tercera División. Eso llena de orgullo.

No va a haber problemas de sobrepeso y los piensos light para perros desaparecerán; aunque tendremos que ir entrenándonos para defender nuestro cuenco de comida como si fuera el tesoro mas preciado. (Me han contado que algunos perros, como Zuna, ya practican esa constumbre habitualmente, preparándose para tiempos peores. "Mi cuenco no, llévate todo lo demás", piensan cuando ven a un extraño dentro de su casa...).

No habrá que castrarnos ni controlarnos en época de celo porque, al comer menos, no tendremos fuerzas para reproducirnos sin control. Tampoco nadie podrá hacer un negocio con nuestra muerte.

Los humanos, preocupados por otros asuntos más importantes relacionados con la macro y la microeconomía, dejarán de fijarse en nosotros y de estar pendientes de si llevamos correa o no.

Y tendremos la suerte de poder cagar en cualquier sitio sin que nadie proteste ni tener que recogerlo, porque nuestras heces se mezclarán con su basura.

Oye, pues no parece tan malo...

Bienvenidos/as al Tercer Mundo!




miércoles, 30 de mayo de 2012

Cómo son los grillos

Los grillos (en sentido literal) son esos bichos negros que se ponen por la noches a cantar y que se callan cuando te acercas. Es entretenido acercarte a ellos sigilosamente, en plena actuación, sin que se den cuenta e intentar atraparlos. Es solo entretenido, porque no son una presa fácil, se ocultan en sus túneles "en cero coma" (como se dice ahora).

Los humanos han perfeccionado diversas técnicas para conseguir que salgan de su refugio; entre las más extendidas está el sistema pajita, consistente en introducir y mover una susodicha dentro del agujero hasta que aparezcan.

En mi barrio no hacen falta las pajitas porque los grillos se empeñan en entrar en nuestras casas. Si te descuidas te encuentras una noche con una serenata en el salón, o una familia de grillitos recién nacidos despistados buscando a su familia.

Y les sacan a la calle, pero ellos insisten en volver a entrar a casa, y mi hermanastro gato Ovni se empeña en impedir la invasión pero no siempre es capaz.

Yo creo que los grillos, igual que el Pepito-grillo de Pinocho, realmente son la conciencia de los humanos, la que les aconseja en situaciones difíciles y la encargada de señalar el buen camino o criticar las malas decisiones.

Cuántos disgustos nos hubiéramos ahorrado si cada humano tuviera un grillo, por lo menos, viviendo en su casa...

Cuántas humanos deberían escuchar a su Pepito-grillo (si es que lo tienen)...




martes, 29 de mayo de 2012

Cómo es Eurovisión

Tengo la perruna teoría de que el festival de Eurovisión es la causa y el origen de la crisis que estamos sufriendo. La sufren nuestros humanos y, como daño colateral, nosotros los perros.

El objetivo original de ese festival fue crear un punto de encuentro para que los países europeos se fueran conociendo y afianzar así el sentimiento de unión. Y, todos felices, año tras año podíamos ver en la televisión cómo se cantaba allí el mismo tipo de canciones, sin saber muy bien cómo era el proceso de selección.

Pero un día a la organización del festival se le ocurrió la ilusa idea de aplicar la democracia al evento, y Chikilicuatre nos representó en Eurovisión.

Hubo un antes y un después.

De repente todos los países europeos pudieron comprobar cómo España se reía del propio festival y de la Unión Europea en general. Especialmente se fijaron en la sorna los países más ricos, los que estaban soltándonos más pasta, que ya tenían algunas sospechas sobre la propensión al despilfarro de este país de Chikilicuatres. Les pareció fatal. Es hora de apretar las clavijas, se dijeron.

Y desde entonces empezaron a irnos mal las cosas. No solo comenzaron a cerrarnos el grifo, sino que también nos levantaron la bonita alfombra y apareció toda la mierda que escondíamos debajo. Acabaron con la máscara de seriedad y de buen hacer que hasta nosotros mismos nos creíamos, y salió a la luz la realidad de país de castañuelas donde solo se puede venir a tomar el sol, divertirse o emborracharse.

Han apretado tanto que, en el festival de Eurovisión de este año, este país a la deriva y al borde del hundimiento ha pensado que lo mejor era suplicar en directo, y ante todos, que queremos seguir siendo europeos, que por favor no nos expulsen, que se lo merecen mucho más otros países. Y han gritado a toda Europa "Quédate conmigo". Portugal lo entendió perfectamente y se apuntó al carro dando su máxima puntuación.

Un día tuve el perruno sueño de que aquí íbamos a conseguir vivir como los perros de Francia, ... pero creo que nos vamos a tener que conformar con bailar el chiki, chiki...


lunes, 28 de mayo de 2012

Cómo es tener un sentimiento (III)

Ayer volví a ver a mi novia Lola.

Me pilló de mal humor porque ya llevaba una semana sin saber nada de ella, regruñendo por los rincones; me desespera que esté siempre haciéndose de rogar, que no me llame ni me escriba...

Lola también llegó enfadada por el atasco que le había tocado soportar de camino debido a una carrera ciclista dominguera, con lo poco que le gusta ir en coche...


  Así que ambas estábamos tensas cuando nos vimos, y aunque al principio nos besamos efusivamente, después se empezaron a caldear los ánimos y comenzamos a mostrar lo peor de nosotras mismas.

Hasta que escuchamos un grito humano...

Menos mal que para eso están los humanos, para poner orden en nuestras vidas (o eso dicen)...


 
Al momento se nos había olvidado el mal rollo y ya estábamos dándole al rollo bollo.

Lola primero se dejó querer y se hizo de rogar, pero luego sucumbió a mis encantos...

También es cierto que un poco antes le había regalado una pata de cerdo tamaño natural que pitaba al morderla, idéntica a otra que tengo yo. La tenía impresionada...




Y las hormonas funcionaron y la pasión animal fluyó...








Y al terminar, formamos con nuestras patas delanteras una piña...,







 
...y con nuestro muslamen un corazón...






 



Tanta pasión sobre un sofá humano hizo que, de repente, me diera el ataque que denominan "borrachera de amor" y me puse a realizar piruetas sin sentido con el culo en alto, para mayor placer de Lola que me miraba emocionada.



 
Fue tanto el amor que se respiraba en aquella casa, y sobre todo en aquel sofá, que nos prepararon para cenar una pizza con forma de corazón... pero se la comieron ellos porque nosotras habíamos perdido el apetito (sólo el gastronómico)...


Todo fue idílico hasta que llegó la noche y nos tuvimos que despedir. Si ya es duro el momento por sí mismo, todo se complicó cuando Lola se empeñó en que quería llevarse a su casa mi pata de cerdo, además de la suya. Y me quería convencer de que ambas eran sus propias patas...

Yo al principio caí en el engaño, ...  pero luego me di cuenta de que Lola pitaba al andar...

Me asusta que mi Dolores sea más lista que yo.


viernes, 25 de mayo de 2012

Cómo es el poder correr

Podríamos pensar que todos nosotros, perros y perras, sabemos lo que es correr, pero no es cierto; hay algunos pobres que no saben lo que es eso. No me estoy acordando solo de los que viven enjaulados o atados de por vida en condiciones deplorables, estoy pensando también en los pobres perros que les ha tocado residir en Vigo.

Su alcalde (que aunque se apellide Caballero, poco tiene de lo mismo), ha decidido llevar a la práctica rigurosa la ordenanza municipal para la protección y tenencia de animales peligrosos que, en su artículo 11, punto 1, estipula que con carácter general, en las vías públicas los animales deberán circular sujetos con correa o cadena con collar.


Y, con afán recaudatorio y electoral, se ha puesto a multar a todos los perros que no vayan atados por Vigo, da igual la zona y que sean o no de raza "peligrosa".


Cómo se nota que el alcalde de Vigo no tiene perro, ni nos conoce en absoluto. No sabe lo vital que es para nosotros poder correr y desahogarnos, soltar energía  y disfrutar de la velocidad y de los juegos con otros congéneres. El alcalde no se da cuenta cuántos destrozos se evitan en las casas de nuestros humanos gracias a unas buenas carreras.

Lo curioso en que la misma ordenanza se habla de que la autoridad municipal fijará los espacios de esparcimiento para animales en los que podrán circular libremente y sueltos, acompañados por su propietario o poseedor. Pero no hay ningún espacio habilitado para ello (como tampoco tiene un punto limpio habilitado, y aunque el alcalde presuma de que gobierna una ciudad limpísima solo hace falta dar un paseo por el monte de Vigo para ver dónde acaba todo lo que debería ir a un punto limpio...).

Yo creo que quien debería llevar puesta siempre una correa es el alcalde de Vigo, y también un bozal, nos ahorraría tener que escuchar tantas gilipolleces que salen de esa boca de enano prepotente.









jueves, 24 de mayo de 2012

Cómo es ser un galgo

Entre todas las posibles razas o mezcla de razas que a un perro le puede tocar ser en la vida, creo que la peor es la del galgo.

Y no será por lo hermosos que son, tan esbeltos, tan cándidos, con esa expresiva mirada llena de ternura que les caracteriza, y una velocidad al correr que es la envidia de todos los congéneres.

Justamente el don de la rapidez de carrera es la causa de su éxito y de su tragedia. Les felicitan, les recompensan y les idolatran, para luego caer en picado cuando parece que ya no corren tanto, que son inservibles. Les suben hasta lo más alto, hasta el cielo, para luego dejarlos caer desde una rama con una cuerda al cuello.

Si todos los perros podemos sufrir las injusticias, atrocidades y malostratos de los humanos que no son humanos, los galgos son los protagonistas del top-ten de la crueldad: abandonados, ahorcados, mutilados.... No hay sitio en este blog para relatar todas las tragedias que rodean a esos perros, y tampoco soy capaz de mirar las forografías que corren por la red al respecto.

¡Qué horror!

Aún estoy impresionada con la historia  de Campeón, un hermoso galgo que fue arrojado vivo a un pozo vacío por su propietario; y parece ser que no era la primera vez que ese humano recompensaba a sus perros por su esfuerzo de esa manera. ¿He dicho humano?

La verdad, me alegro de no haber nacido galga, tienen demasiada mala suerte,... pero me encantaría poner uno/a en mi vida, aunque me gane corriendo...

miércoles, 23 de mayo de 2012

Cómo son los cachorros humanos

Reconozco que a mí me dan miedo los cachorros humanos, esos a los que llaman niños o niñas y que son como humanos diminutos. Me pongo tensa cuando me vienen a acariciar y echaría a correr si pudiera, como hice en Cartagena.

Tengo el vago recuerdo de que en mi anterior familia de humanos, la que un día me dejó abandonada a mi suerte, había un niño. También debía de haber algún hombre con gafas que no me trataba muy bien, porque en cuanto veo alguno así, me acobardo y desconfío de él. Pero ese es otro tema...

Los cachorros de humano son bastante imprevisibles y me asusta no estar preparada para lo que se les ocurra hacerme. Lo mismo te dan un beso que te tiran de una oreja, y esa incertidumbre me estresa.

Pero tengo una prima, Frida, que tiene una relación muy especial con un niño. Ella era la indiscutible reina de la casa cuando apareció Antón y, en vez de celarse, le recibió con las patas abiertas, dispuesta a dar su vida por ese bebé.

Como sus humanos no tenían muy claro cómo iba a llevar Frida su destrone, y teniendo en cuenta que es bastante bruta (como yo) prepararon diferentes barreras físicas para proteger al recién llegado, pero fue tirar el dinero, porque la mejor protección para Antón es justamente Frida.

Ambos son ahora inseparables. Antón llama a Frida para que vele su sueño y Frida busca el olor de Antón por todos los rincones. Siempre pendiente de él, mi prima ha encontrado la profesión de su vida: ser perra-cangura.

Frida se deja hacer, aguantando lo que a su Antón se le ocurra, porque se le ablanda el corazón cuando mira a ese niño tan guapo y simpático que todo lo habla. ¿Dónde va a encontrar mejor amigo?

Hoy han operado a Frida y está convaleciente, pero estoy segura de que ya tiene un enfermerito a su lado, pendiente de ella...

Recupérate Frida!


martes, 22 de mayo de 2012

Cómo es la estricnina

Dando un paseo por el monte de al lado de mi casa he conocido a Zar, un guapetón con mucha energía que me tiró los tejos nada más verme. Le gusté tanto que me dijo que me comería entera y, prueba de ello, se empeñó en engullir mis detritos recién salidos del horno...



Lo ví tan poco escrupuloso que le tuve que advertir de la tragedia que ocurre periódicamente en ese monte. En este blog ya he hablado del tema, por ejemplo cuando expliqué lo que eran los conejos, pero el pobre de Zar no tenía ni idea.

Le expliqué que ese espacio tan idílico se convertía en una trampa mortal cada año, justo en la época en la que los conejos criados en cautividad son liberados. Aparecen trozos de chorizo con premio. Un premio fulminante que puede acabar con tu vida en menos de dos horas.

Dicen que el premio se llama estricnina, que se compra con facilidad en Portugal y que lo utilizan para acabar con los posibles depredadores de esos conejos destinados a ser víctimas de escopetas, solo de escopetas.

Así, los agraciados con esa lotería aciaga pueden ser aguilas, zorros, hurones,... y también nosotros, los perros.

El monte está minado, como después de una guerra, una guerra contra nosotros...

Hace unos años, antes de que yo viviera aquí, en mi zona en una misma semana cayeron 10 perros y un caballo, que se sepa. El caballo porque comió hierba al lado del chorizo; los perros porque pensaron ingenuamente que todos los humanos eran unos superenrrollados, que dejaban delicatessen abandonadas para mayor felicidad perruna.

Blanco, el antedecesor de mi exnovio Baco fue una de las víctimas. De repente, después de un paseo en el que le habían visto comerse algo, se puso muy nervioso y su lengua empezó a tomar un tono morado, tenía convulsiones y no podía respirar. Sus humanos no sabían qué le pasaba ni qué hacerle. Le dieron aceite de oliva como remedio universal para dolencias de estómago. Blanco murió en 10 minutos. Y también Zeppelin, otro vecino, su compañero de paseo ese día, que comió más chorizo que él y cayó fulminado después de intentar comunicar a su humana que algo malo estaba pasando.

Por eso es muy importante que nos intentemos controlar, y recapacitemos antes de engullir el primer bocado apetitoso que veamos tirado, y también que nuestros humanos nos vigilen e impidan la tentación.

Pero si nos lo comemos, rápidamente hay que echar un buen trago de agua oxigenada; nos quemará un poco la boca pero nos hará vomitar la estricnina.

Estoy segura de que a esos repartidores de chorizos mortales algún día alguien les echará estricnina en el café.

Siembras horror y recoges horror...

El que a hierro mata que a hierro muera...

 


lunes, 21 de mayo de 2012

Cómo es tener un sentimiento (II)

Ayer volví a ver a Lola. Ya hacía más de quince días que no estábamos juntas y las dudas sobre nuestra relación picaban como pulgas.

Apareció a la puerta de mi casa con su humano, de repente, sin avisarme, sin darme tiempo para prepararme; menos mal que me habían bañado unos días antes...

Se comportó como siempre, como si no pasara nada, olfateando todo, como si hubiese llegado hasta la puerta de mi casa siguiendo el rastro de un conejo imaginario. Parecía que no hubiese leído los correos que le envié con mis dudas o lo que escribo sobre nuestro sentimiento en este blog.

Tuve tan mala suerte que, justo cuando estaba en pleno desarrollo de una calurosa bienvenida para mi Dolores, va y aparece mi novio Baco, seguido, naturalmente, de su amante oficial Chichi. 




Y sin pararse a recapacitar sobre cómo llevo yo que él tenga una amante oficial, se le acerca a Lola con una cresta que parecía el rey León en sus mejores momentos.


(Parece que, de pronto, le importa con quién me relaciono...)




 
Menos mal que Lola pasa de todo y se dejó oler e interrogar impertérrita.

Primero por Baco, y después por Chichi, muy metida en su papel de primera dama del harén. Yo intentando que no la molestaran...

Encima, ambos pretendían que les invitara a comer, que ya saben que siempre guardo algo de comida por si tengo visita.

No me querían dejar a solas con mi reina...






Y le tuve que decir a Baco lo que me está pasando, que tengo un sentimiento hacia Lola y que voy a apostar por esa relación.

Se enfadó, mordió un palo con saña y se marchó con Chichi entre las piernas...







En cuanto desaparecieron, demostré a mi Dolores la Rubia (así le gusta que la llamen) que cuando le susurro que le voy a comer la boca, se lo digo de verdad, literalmente, porque me cabe todo su morro dentro del mío. Estamos hechas la una para la otra...
  
 Y pasamos la tarde corriendo como locas, retozando en la hierba despreocupadamente o compartiendo tiernamente el mismo palo emulando a la Dama y el Vagabundo (aunque en este caso se trate de dos vagabundas que se han convertido en damas...).


También aprendimos nuevas posturas para nuevos juegos que están despertándonos nuevas sensaciones (pero de este hecho no hemos querido dejar demasiada constancia gráfica...).


Hemos quedado que un día de estos vamos a pasar la noche juntas, en su casa o en la mía, da igual. Lo importante es encontrar un ámbiente íntimo para aclarar sentimientos y perfilar futuros en común.

Espero que lo de llamarse "Dolores" no sea una señal de lo que a mí me espera...

Cuídame, Lola, que aunque parezco muy grande, tocha y bruta, tengo un corazón muy tierno... que se derrite en cuanto te huele...

viernes, 18 de mayo de 2012

Cómo es un bony

Un día apareció un bony por la zona, delgado, desaliñado y desorientado. Fue recogido por la familia de Linda y, apesar de los esfuerzos por encontrar a su propietario, pasaban los días y este no aparecía.

Nosotros nos enteramos de que algo había pasado cuando varios vecinos nos preguntaron si queríamos un "bony", que no era de nadie.

¿Un bony...? ¿Un bony...? ¿Qué será? Nos preguntábamos mis humanos y yo con cara de sorpresa. Hasta mi hermanastro gato Ovni puso interés en el tema (a ver qué me van a traer a ahora a casa, se decía).

Yo hubiese contestado que sí que lo quería, por si acaso, sin importarme no saber lo que era, pero como por las explicaciones vecinales no fuimos capaces de entender lo que nos estaban ofreciendo, mis humanos rechazararon la oferta... y nos quedamos sin bony...

El bony, después de lavado, era pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no llevaba huesos..., como diría Juanra.

Y así nos enteramos de que en mi barrio a los ponys les llaman bonys...

El dueño del pony al final apareció, quince días después, y se lo llevó.

Me hubiese gustado mucho tener un hermanastro pony-bony...

Lo que hubiese fardado...


jueves, 17 de mayo de 2012

Cómo son las hormonas

Realmente no sé qué son, ni cómo son las hormonas, pero tengo claro que manejan nuestras vidas. Ellas toman decisiones en nuestro nombre y provocan muchos de nuestros impulsos. Trastocan la percepción y obnubilan el raciocinio.

Las hormonas consiguen que nos lancemos a la calle dispuestas a beneficiarnos al primero que pase, que no nos preocupe la comida, y que nos olvidemos de esos humanos a los que tanto queremos. Son capaces de que demos leche sin estar embarazadas y de que subamos nuestros estados de ánimo en una montaña rusa.
Si te has subido en una montaña rusa sabrás que uno de los mejores momentos de la experiencia es cuando para y te bajas. También es reconfortante saber que siempre, al final, se para (excepto fallo mecánico...), saber que no te van a dejar toda la vida surfeando sobre raíles. Con las hormonas pasa lo mismo, en determinado momento dejan de controlarte y es cuando intentas recuperar tu vida anterior.

Mi hermanastro gato Ovni, que es más bueno que el pan (y que debe de saber mejor que el jamón…), se escapó de casa por primera vez con 4 años, y estuvo ¡11 días desaparecido!, para desesperación de mis humanos que se dedicaron infatigablemente a buscarlo. Cogió una mala curva en la montaña rusa y salió despedido hacia otro mundo más salvaje…
Llegó de vuelta un sábado por la mañana, muy temprano, justo el día en el que habían organizado una batida en su honor junto a una pegada de carteles con su cara de tontín. Estaba cansado, sucio y muy delgado. Se metió en su cama y durmió dos días.
No sé si fue fructífera  la escapada de Ovni; quizás tenga una amplia descendencia con enormes ojos azules, y las madres de sus hijos le recuerden con cariño...
Lo que sí que sé es que esa aventura le costó las gónadas,... pero le dulcificó el carácter... y le alargó la vida...

Dentro de poco hace 14 años. Espero que me invite a su cumpleaños...


martes, 15 de mayo de 2012

Cómo ser un buen partido

Una cosa es la atracción sexual, el celo o el deseo irrefrenable de reproducirse, y otra muy distinta es conseguir mantener una pareja estable, alguien donde proyectar un sentimiento que se vea reflejado. Para eso te tienes que esforzar.

Puede que influya positivamente el hecho de tener hermosura, como es mi caso, pero a mayores se necesita algún que otro valor añadido.

Yo, por ejemplo, además de hermosa soy muy limpia. Siempre busco un sitio apartado para hacer mis necesidades mayores y mantengo el pelo brillante aunque no me dejo cepillar (en sentido no sexual). También soy muy hacendosa y no puedo ver ni una miga abandonada en el suelo, con mi lengua consigo hacer relucir los vasos de yogur antes de separarlos para reciclar, y limpiaría con entusiasmo también el inodoro si me dejaran. Casi diariamente sacudo mis alfombrillas, con tanto énfasis que se me suelen romper y si por un casual vomito, intento reabsorber el bolo para no dejar mancha.

Incluso para no ensuciarme al comer, me pongo una bata.



Todo eso lo saben bien mis dos amores, Baco y Lola, saben que soy un buen partido, pero a veces se les olvida todo lo que valgo... y parece que también se olvidan de mí.

Baco siempre con su Chichi, que va de amante oficial y no se corta un pelo, interponiéndose en nuestra relación.

Lola en la lejanía, flotando entre recuerdos, porque nos vemos poco para mi gusto; siempre tiene algo que hacer.

Y el amor es un fuego al que hay que echar combustible.

Creo que Lola y yo no podemos seguir manteniendo nuestra relación en entorno 2.0, ni aprender a conocernos en modalidad e-learning. Son imprescindibles las sesiones presenciales, los outdoors, el trabajo en equipo, las clases prácticas y, sobre todo, mucha autoevaluación.

Aplícate Lola, que te voy a suspender...


lunes, 14 de mayo de 2012

Cómo es la reproducción humana

Los humanos pueden llegar a tener muchos celos, ... pero no tienen el celo.

No necesitan, como nosotros, que llegue una época especial para que un instinto irrefrenable les lleve a querer apearse. Más bien creo que están casi siempre en celo.

Pero no siempre se quieren aparear para reproducirse; es más, utilizan una especie de trozo de intestino delgado para impedirlo al que llaman condón.

Como os podéis imaginar, yo nunca he utilizado un condón; y, cuando tenía el celo, no me costaba nada encontrar un macho dispuesto a darme descendencia. Solo tenía que mover un poco el rabo...


El proceso de atracción y seducción entre los humanos es mucho más complicado. Aunque su cuerpo les pida marcha, su mente cargada de prejuicios, miedos, estereotipos y educación conservadora frena los instintos más básicos. Y cuando a pesar de todo funciona el cortejo y consiguen una pareja para mantener relaciones sexuales, les toca buscar un sitio apropiado.

Los humanos no son como nosotros que nos vale cualquier esquina para consumar, ellos prefieren la intimidad. Y si no tienen una casa para ocultarse de miradas indiscretas, utilizan sus coches en zonas preferentemente oscuras y deshabitadas.

El monte de al lado de mi casa se llena por las noches de coches que se balancean acompasadamente...

Aunque pudiera parecer muy romántico convivir con tanta pasión, las consecuencias son desastrosas.

Acaban de hacer sus cosas y tiran por la ventana todas las pruebas: el condón usado, su funda, el papel higiénico o las toallitas usadas, y a veces se pueden encontrar medias, bragas o calzoncillos. Hay que hacer mención especial a la parejita que, antes de darle al ñaca-ñaca, cena en el mismo vehículo una opulenta variedad de productos Mcdonalds con sus respectivos envases que, con toda naturalidad, arrojan después por la ventanilla.

¿Harán lo mismo cuando cenan en sus casas?



Estas parejas llegan a su rincón especial cuando está oscureciendo y se marchan a oscuras, pero yo voy al mismo sitio con la luz del día ... y me doy de bruces con sus restos. Y el monte del amor se transforma en un vertedero..., y los enamorados en indeseables...


Creo que sería mejor que los humanos se acostumbraran a copular en público...




viernes, 11 de mayo de 2012

Cómo son las no mascotas (IX) (Colirrojos)

Esta historia real (real como todo lo que cuento en este blog) ocurrió hace ya tiempo, cuando la casa donde ahora vivo estaba en plena reforma.

Aún no tenía tejado y las piedras de las paredes interiores estaban sin encintar, por lo que se podían encontrar huecos de diferentes tamaños, ideales para distintos usos.

El primer día que mis humanos vieron cómo una hembra de colirrojo entraba volando y se dirigía directamente a uno de los boquetes, no sospecharon nada. La espantaron para que no anidara y colocaron una piedra tapando el hueco.

La colirroja volvió al poco tiempo, acompañada por su macho, y muy nerviosos se pusieron a revolotear insistentemente alrededor del orificio cubierto.

Ahí sí que empezaron las sospechas... Mis humanos retiraron la piedra, iluminaron el agujero y se encontraron con 4 picos abiertos suplicando comida, a punto de ser emparedados.



La reforma se retrasó porque el tejado no se pudo cubrir del todo, hubo que dejar un hueco abierto para que los progenitores colirrojos entraran y salieran para alimentar a sus crías, esperar a que crecieran y aprendieran a volar.

Empezó el documental...

Mis humanos pudieron contemplar todo el proceso de evolución de pollo a pájaro, con sus reiterados intentos de vuelo hasta llegar a una viga y después al hueco del tejado. Aún sabiendo volar no abandonaban la casa, se sentían a gusto de ocupas y volvían a su nido a descansar.

Con el tiempo y la edad acabaron marchándose, pero alrededor de casa siempre puedes ver unos cuantos colirrojos. Creo que están esperando a que cambiemos el tejado...

Por el derecho a una vivienda digna!




jueves, 10 de mayo de 2012

Cómo son las no mascotas (VIII) (Sapos y Salamandras)

Todavía impactada por las noticias sobre la trama de incineración de mascotas, y para intentar olvidarlo, retomo la temática sobre los animales que viven en mi entorno y no son mascotas, porque siempre es importante conocer a tu vecino...

Aunque el título pudiera parecer de película de terror o el comienzo de un potente conjuro, los sapos y las salamandras son unos animales no mascotas que abundan en mi entorno. Específicamente en el patio de mi casa, que parece que no es tan particular y en el que llovía mucho más que en los demás hasta hoy (llevaba un mes con lluvia diaria), viven el sapo Carlitos y la salamandra Mafalda.

(Les he puesto nombre para amortiguar el miedo que me producen...)

En cuanto llueve aparecen en el patio a mitad de la noche y se esconden por las esquinas. Quiero pensar que solo son ellos los ocupas, porque la verdad es que a veces me paro a mirarlos y les encuentro bastante cambiados. Para mí que son varios y aparecen a turnos.

Estoy segura de que es imposible que Carlitos llegue a convertirse en un príncipe por mucho empeño que pongas al besarle, porque es muy poco agraciado, bastante repulsivo para mi gusto; pero en cambio Mafalda es espectacular, tiene una piel con manchas de un colorido que llama la atención y dan ganas de besarla nada más verla, o por lo menos, lamerla. Y sería un grave error...

Ambos, sapos y salamandras pueden soltar liquidillos venenosos que nos pueden dar un buen susto. Lo mejor es pasar delante de ellos haciendo que no les ves, que no existen, abocarles al ostracismo.

Cuántos humanos se merecerían los mismo!


Mafalda en el patio de mi casa

martes, 8 de mayo de 2012

Cómo son 15 toneladas de animales muertos

Hoy no es un día para hablar de amor, ni de cosas bonitas. Hoy toca reflexionar sobre por qué hay humanos que nos tienen tanto desprecio como para acumular nuestros cuerpos muertos hasta conseguir montañas de 15 toneladas.

A esos desaprensivos les daba igual que los humanos dueños de las mascotas muertas hubieran pagado por una incineración, individual o colectiva, por dar un adios digno a sus amigos; ellos se dedicaron a ahorrar costes, acumulando cadáveres en descomposición dentro de una nave.

Y lo más impresionante, para mí, es la noticia que dice que la Xunta de Galicia "cree que esos animales no iban a la cadena alimentaria". ¿Cómo que "cree"? Es que existe la posibilidad de que entraran a formar parte de una cadena alimentaria? ¿de qué cadena? ¿de la nuestra?. No tuvieron suficiente con las vacas locas que ahora quieren conseguir perros locos....

Cuando murió mi antecesor, Pistoli, mis humanos pagaron 100€ por su incineración y, probablemente, formó parte de una de esas montañas de cadáveres junto con otras mascotas queridas por otros humanos.

Dicen que también está involucrada una perrera que ofrece el servicio de incineraciones a mascotas; justamente la perrera que tenía contratado el servicio de recogida de animales en nuestra zona después de las denuncias a la anterior empresa.

Pero qué habremos hecho a algunos humanos para que nos tengan tanto desprecio... Para que al mirarnos solo vean posibilidad de hacer negocio..., ¿Cómo esos seres se pueden seguir creyendo "humanos"?

Va por ti, Pistoli!

lunes, 7 de mayo de 2012

Cómo es tener un sentimiento

Notar que se tiene un sentimiento hacia alguien, es una sensación muy extraña. Es el siguiente escalón que aparece después del cariño, en una escalera que produce vértigo porque te puede llevar al cielo... o al abismo.
 
Es no poder sacar a alguien de la cabeza, de repente imaginar lo qué estará haciendo o intentar recordar reiteradamente los momentos compartidos. Es empezar a ver colores o sentir olores que antes no percibías. Tener un sentimiento es muy bueno para la salud.

Reconozco que en mí está brotando un sentimiento hacia mi amiga Lola. Cuando la conocí ya me cayó bien y pensé que íbamos a pasar buenos ratos juntas. Hemos corrido por montes y playas;  perseguido palos, pelotas y frisbis; nadado en la misma playa (Lola nada muy bien) y viajado en la misma furgoneta.

Éramos amigas, pero ahora empiezo a mirarla de otra forma. Ahora me puedo embelesar con su presencia, y soy consciente de su olor, del roce de su piel, de su mirada dulce con brillo especial...

He pasado este fin de semana con Lola. Hemos dado un paseo por la playa buscando escenario para el corto que vamos a coprotagonizar y ensayamos algunas escenas dentro del agua.

Por la tarde nos hemos dedicado básicamente a morrearnos...

No sé cómo va  a acabar todo esto. Creo que estoy dispuesta a subir ese escalón, confesar a mi novio Baco lo que me está pasando y pedirle a Lola que nos echemos las mantas a la cabeza.

Le diré que tengo un sentimiento y creo que está creciendo...

Me marea esta sensación de andar por una cuerda floja sin redes protectoras...

Nunca imaginé que me fuera a enamorar de una rubia...



viernes, 4 de mayo de 2012

Cómo ser una "locatis" (II)

(Continúa)

Si me permiten el acceso dentro de casa después de estar vigilando la finca (o cotilleando a ver qué hacen los vecinos), siempre entro como pisando huevos, sigilosamente, encogida, no vaya a ser que mi hermanastro gato Ovni, de sorpresa, se me lance desde alguna viga (aunque al pobre nunca se le ha pasado por la cabeza hacer algo así...). Y voy para alante y para atrás, que parece que ando a lo chiquitistaní...
Luego me animo y hago una revisión olfativa del espacio, recopilando información sobre dónde ha estado, qué, cuánto o dónde ha comido o cagado. La información es poder...




Si de casualidad me encuentro a mi hermanastro en la finca y echa a correr, yo soy la primera en seguirle el juego; pero si se queda parado yo tampoco me muevo. Y podemos pasar así horas, mirándonos fijamente, a ver quién gesticula antes, quien hace el primer movimiento. Nos quedamos los dos tan quietos que aún nos podríamos sacar un dinerillo si nos colocaran en una calle principal con un vaso en el suelo...

Pero cuando me tumbo en mi sitio del sofá recibiendo mimos y caricias a la vez que susurros en la oreja, aunque pueda parecer que me pongo un poco "locatis", más bien lo que estoy es "borracha de amor"; me abro de patas y me ofrezco emitiendo un ronroneo gutural, mientras que hago que mastico todo lo que tengo delante, me da igual que sea una manta, un sofá, una mano o un brazo, culminando la performance con una postura tipo yoga de cabeza en el suelo y el culo en pompa.

Ay si me pillara Baco cuando estoy borracha de amor...


jueves, 3 de mayo de 2012

Cómo ser una "locatis"

Yo teatralizo mucho. No es fácil hacerme un perfil psicológico si estás poco tiempo conmigo.

Si cuando me conoces me pillas fuera de casa, cuidando la finca, te puedo parecer una asesina; una asesina psicópata, porque pego tales saltos amenizados con un vozarrón que causo espanto.




Si llegas y yo ya estoy dentro de casa, te pareceré una perra adulta, seria, controlada y un poco seca. Pero si en ese momento llega mi novio Baco a visitarme (que lo hace por sorpresa muchas veces aunque siempre acompañado de su amante, Chichi), ... entonces ..., entonces me transformo en "locatis", denominación usada por mis humanos para describir el estado de mi ánimo en ese momento.

Recibo a Baco con tanta euforia y pasión que acabo agotándole (es un poco mayor que yo) y Chichi muchas veces acaba arrollada porque se empeña en ponerse siempre en el medio. Le muerdo los papos y las orejas, me subo encima de él, le salto por encima... y cuando se enfada mucho le doy un montón de besos en la boca a toda velocidad, como si fuera un túnel de lavado.

Hasta en la expresión de la cara se me nota que estoy "locatis".





















Cuando voy de paseo soy muy prudente y camino siempre en segundo lugar, no me importa quién vaya primero: soy "medallita de plata"; pero si llegamos a una playa o a un prado amplio (con río, mejor), rápidamente me transformo en "locatis", y cuando Baco no está cerca, agobio a mis humanos expresando mi efusividad con saltos de metro y medio, enfocados a colocar mi hocico en sus caras.

Y si veo aparecer un perro por el prado/playa (mejor que perra, que algunas me han querido morder, me imagino que por mi hermosura...), me paro, me siento, lo contemplo atentamente y miro a mis humanos a ver qué opinan.

Y si ellos me animan, me presento a mi congénere con una selección de mis mejores amagos mientras que lo rodeo corriendo en un círculo imaginario.

Si el otro no me sigue, me vuelvo muy dignamente con mis humanos; pero si me hace caso y resulta juguetón, ahí me vuelvo "locatis" del todo y me dispongo a enseñarle lo que vale un peine...

(Continuará)


miércoles, 2 de mayo de 2012

Cómo hacer un corto para perros

Como comentaba, se me ha ocurrido el guión de un corto para concursar en el Festival de Cortos de Redondela del próximo año (a ver si así me permiten el acceso a la sala y no me tengo que quedar en casa...). También lo voy a presentar al Festival de Cine de Cans, que ahí seguro que gano algún premio con un corto pensado por y para perros ("Can" es "Perro" en gallego).

En mi corto sería yo la protagonista, naturalmente, porque me sobra hermosura, y mi amiga Lola sería la coprotagonista (porque es su humano el que tiene que filmar..., además de ser también muy guapa...).

Se desarrollaría en una playa muy larga y ancha de arena fina, sin ningún cartel de esos en los que tachan perros, que son una plaga hoy en día; aunque sí que habría otro tipo de señalización para que los humanos se dieran cuenta de lo que sufrimos nosotros cuando no nos dejan acceder a determinados espacios.


Habría un lanzador de pelotas funcionando sin parar, y al lado uno de frisbis. Tendría varios sofás para descansar y expendedores de golosinas perrunas que funcionarían apretando con la pata. También es indispensable encontrar un asador portátil de pollos bien surtido.

En mi corto brillaría el sol pero no haría calor.

Y de repente aparecería yo corriendo por la arena a toda velocidad, con las orejas al viento, intentando atrapar un frisbi que vuela por el aire. Enfrente, hacia mí, mi amiga Lola con la misma intención. Y se ve en cámara lenta cómo saltamos las dos a la vez, uniendo nuestros peludos pechos, a por un frisbi que desaparece en el aire. Se escucha un trueno aunque sigue haciendo sol, y caen unas gotas.

Parece que empieza a llover, pero al acercar la cámara a la lluvia se puede percibir que lo que llueve son perros, de todos los tamaños y formas.

Suena una música de fondo con la canción: "It´s raining cans, aleluya!" (Está lloviendo perros, ¡aleluya!)

Y, según van lloviendo los perros desde el cielo, Lola y yo les enseñamos nuestro asador de pollos..., mientras que todos saltamos contentos al ritmo de la canción. (Vamos a necesitar un montón de extras, perritos simpáticos, guapetones y sin pareja; ya se os avisará...)

No me digáis que no voy a triunfar en el Festival de Cine de Cans...