lunes, 5 de marzo de 2012

Cómo es nuestra competencia (IV) (Alguaciles)

Dicen que llaman "alguaciles" a los cachorros, tanto de perros como de gatos, que son mucho más pequeños que el resto de su camada.

Puede que sean "alguaciles" porque nacieron ya más enclenques, o porque sus hermanos no les permitan mamar, aprovechánsose de su falta de carácter. Otras veces simplemente es que su madre en vez de pecho prefirió dar la espalda... Se niega a amamantarle porque algún gen ancestral le dice que no hace falta esforzarse por ese cachorro, que es mejor que muera cuanto antes. Quizás la madre no se encuentre preparada para sacar adelante tantos hijos y decida sacrificar uno por el bien del resto.

En uno de esos documentales de La 2, que tanto me gustan (es lo único que a veces consigue relajarme...), seguro que al "alguacil" le dejaban morir sin contemplaciones. Pero Ovni tuvo mucha suerte al no ser el protagonista de ningún documental, y mi humana le sacó adelante con alimentación suplementaria. Parece ser que lo que más le gustaba era el foie-gras casero (no es poco jetas...), y el Ovni fue cogiendo peso sin desentonar demasiado con sus hermanos.

El hecho de tener un hermanastro gato "alguacil" tiene de positivo que no son muy proclives a guerrear y no te suelen hacer frente. Pero tiene de negativo la verguenza que pasas cuando te enteras de que todos los gatos del barrio le pegan, y ves cómo los que aparecen de otros barrios, le destrozan... Una vez volvió a casa con tales heridas que parecía que se había dado un revolcón con Freddy Krueger...

Los "alguaciles" también tienen tendencia a ser más enfermizos. Por ejemplo, Ovni de pequeño tenía tal diarrea que estuvo a punto de morir deshidratado, sin que el veterinario detectara su origen. Mi humana, después de mucha observación, concluyó que tenía alergia a los colorantes de los piensos para gatos, y a partir de ese momento solo come de color marrón.

Ovni, con sus 14 años, también padece bronquitis crónica, diagnósticada después de múltiples pruebas veterinarias. Esa tos recurrente le comenzó después de un incidente que marcó su vida y también la relación que mantiene con su humana, que es la mía...

Cuando mi hermanastro gato Ovni decidió esconderse dentro del canapé de la cama, repleto de mantas y edredones de Patchwork, nunca pensó que en pocos minutos iba a estar muerto...
 (Continuará)


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