jueves, 3 de mayo de 2012

Cómo ser una "locatis"

Yo teatralizo mucho. No es fácil hacerme un perfil psicológico si estás poco tiempo conmigo.

Si cuando me conoces me pillas fuera de casa, cuidando la finca, te puedo parecer una asesina; una asesina psicópata, porque pego tales saltos amenizados con un vozarrón que causo espanto.




Si llegas y yo ya estoy dentro de casa, te pareceré una perra adulta, seria, controlada y un poco seca. Pero si en ese momento llega mi novio Baco a visitarme (que lo hace por sorpresa muchas veces aunque siempre acompañado de su amante, Chichi), ... entonces ..., entonces me transformo en "locatis", denominación usada por mis humanos para describir el estado de mi ánimo en ese momento.

Recibo a Baco con tanta euforia y pasión que acabo agotándole (es un poco mayor que yo) y Chichi muchas veces acaba arrollada porque se empeña en ponerse siempre en el medio. Le muerdo los papos y las orejas, me subo encima de él, le salto por encima... y cuando se enfada mucho le doy un montón de besos en la boca a toda velocidad, como si fuera un túnel de lavado.

Hasta en la expresión de la cara se me nota que estoy "locatis".





















Cuando voy de paseo soy muy prudente y camino siempre en segundo lugar, no me importa quién vaya primero: soy "medallita de plata"; pero si llegamos a una playa o a un prado amplio (con río, mejor), rápidamente me transformo en "locatis", y cuando Baco no está cerca, agobio a mis humanos expresando mi efusividad con saltos de metro y medio, enfocados a colocar mi hocico en sus caras.

Y si veo aparecer un perro por el prado/playa (mejor que perra, que algunas me han querido morder, me imagino que por mi hermosura...), me paro, me siento, lo contemplo atentamente y miro a mis humanos a ver qué opinan.

Y si ellos me animan, me presento a mi congénere con una selección de mis mejores amagos mientras que lo rodeo corriendo en un círculo imaginario.

Si el otro no me sigue, me vuelvo muy dignamente con mis humanos; pero si me hace caso y resulta juguetón, ahí me vuelvo "locatis" del todo y me dispongo a enseñarle lo que vale un peine...

(Continuará)


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