martes, 29 de mayo de 2012

Cómo es Eurovisión

Tengo la perruna teoría de que el festival de Eurovisión es la causa y el origen de la crisis que estamos sufriendo. La sufren nuestros humanos y, como daño colateral, nosotros los perros.

El objetivo original de ese festival fue crear un punto de encuentro para que los países europeos se fueran conociendo y afianzar así el sentimiento de unión. Y, todos felices, año tras año podíamos ver en la televisión cómo se cantaba allí el mismo tipo de canciones, sin saber muy bien cómo era el proceso de selección.

Pero un día a la organización del festival se le ocurrió la ilusa idea de aplicar la democracia al evento, y Chikilicuatre nos representó en Eurovisión.

Hubo un antes y un después.

De repente todos los países europeos pudieron comprobar cómo España se reía del propio festival y de la Unión Europea en general. Especialmente se fijaron en la sorna los países más ricos, los que estaban soltándonos más pasta, que ya tenían algunas sospechas sobre la propensión al despilfarro de este país de Chikilicuatres. Les pareció fatal. Es hora de apretar las clavijas, se dijeron.

Y desde entonces empezaron a irnos mal las cosas. No solo comenzaron a cerrarnos el grifo, sino que también nos levantaron la bonita alfombra y apareció toda la mierda que escondíamos debajo. Acabaron con la máscara de seriedad y de buen hacer que hasta nosotros mismos nos creíamos, y salió a la luz la realidad de país de castañuelas donde solo se puede venir a tomar el sol, divertirse o emborracharse.

Han apretado tanto que, en el festival de Eurovisión de este año, este país a la deriva y al borde del hundimiento ha pensado que lo mejor era suplicar en directo, y ante todos, que queremos seguir siendo europeos, que por favor no nos expulsen, que se lo merecen mucho más otros países. Y han gritado a toda Europa "Quédate conmigo". Portugal lo entendió perfectamente y se apuntó al carro dando su máxima puntuación.

Un día tuve el perruno sueño de que aquí íbamos a conseguir vivir como los perros de Francia, ... pero creo que nos vamos a tener que conformar con bailar el chiki, chiki...


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