jueves, 10 de mayo de 2012

Cómo son las no mascotas (VIII) (Sapos y Salamandras)

Todavía impactada por las noticias sobre la trama de incineración de mascotas, y para intentar olvidarlo, retomo la temática sobre los animales que viven en mi entorno y no son mascotas, porque siempre es importante conocer a tu vecino...

Aunque el título pudiera parecer de película de terror o el comienzo de un potente conjuro, los sapos y las salamandras son unos animales no mascotas que abundan en mi entorno. Específicamente en el patio de mi casa, que parece que no es tan particular y en el que llovía mucho más que en los demás hasta hoy (llevaba un mes con lluvia diaria), viven el sapo Carlitos y la salamandra Mafalda.

(Les he puesto nombre para amortiguar el miedo que me producen...)

En cuanto llueve aparecen en el patio a mitad de la noche y se esconden por las esquinas. Quiero pensar que solo son ellos los ocupas, porque la verdad es que a veces me paro a mirarlos y les encuentro bastante cambiados. Para mí que son varios y aparecen a turnos.

Estoy segura de que es imposible que Carlitos llegue a convertirse en un príncipe por mucho empeño que pongas al besarle, porque es muy poco agraciado, bastante repulsivo para mi gusto; pero en cambio Mafalda es espectacular, tiene una piel con manchas de un colorido que llama la atención y dan ganas de besarla nada más verla, o por lo menos, lamerla. Y sería un grave error...

Ambos, sapos y salamandras pueden soltar liquidillos venenosos que nos pueden dar un buen susto. Lo mejor es pasar delante de ellos haciendo que no les ves, que no existen, abocarles al ostracismo.

Cuántos humanos se merecerían los mismo!


Mafalda en el patio de mi casa

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