viernes, 18 de mayo de 2012

Cómo es un bony

Un día apareció un bony por la zona, delgado, desaliñado y desorientado. Fue recogido por la familia de Linda y, apesar de los esfuerzos por encontrar a su propietario, pasaban los días y este no aparecía.

Nosotros nos enteramos de que algo había pasado cuando varios vecinos nos preguntaron si queríamos un "bony", que no era de nadie.

¿Un bony...? ¿Un bony...? ¿Qué será? Nos preguntábamos mis humanos y yo con cara de sorpresa. Hasta mi hermanastro gato Ovni puso interés en el tema (a ver qué me van a traer a ahora a casa, se decía).

Yo hubiese contestado que sí que lo quería, por si acaso, sin importarme no saber lo que era, pero como por las explicaciones vecinales no fuimos capaces de entender lo que nos estaban ofreciendo, mis humanos rechazararon la oferta... y nos quedamos sin bony...

El bony, después de lavado, era pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no llevaba huesos..., como diría Juanra.

Y así nos enteramos de que en mi barrio a los ponys les llaman bonys...

El dueño del pony al final apareció, quince días después, y se lo llevó.

Me hubiese gustado mucho tener un hermanastro pony-bony...

Lo que hubiese fardado...


No hay comentarios: